Puntos importantes a la hora de contratar un entrenador personal
Entrenar de forma personalizada con un entrenador personal es una garantía de eficacia, seguridad y progresión.
Ejercitarse con un entrenador personal que posea una buena formación académica, con experiencia para saber adaptar la dosis de ejercicio a tus necesidades es clave para conseguir lo que te propongas. En la mayoría de los casos, los entrenamientos genéricos que puedes acceder de manera online o incluso presencial pueden no ser la mejor opción.
Un buen entrenador personal nos realizará un estudio previo que determine nuestro estilo de vida, la actividad que hacemos a diario, el punto de partida en cuanto a peso y % graso, patrones de alimentación que seguimos, y por último recabará información en cuanto al historial médico y de lesiones. Con toda esta información, diseñará tu plan de trabajo semanal idóneo para alcanzar los objetivos que tienes en mente, de una forma segura y eficaz.
Tu entrenador te guiará en el proceso de mejora con aportes constantes y realistas que mejorarán tu motivación y adherencia, Afianzar el hábito de realizar ejercicio adecuado de forma habitual será clave.
Además es importante que tu entrenador personal sepa explicarte el porqué de tu planificación, las consecuencias a nivel fisiológico del ejercicio prescrito y en definitiva, que los entrenamientos supongan también, un proceso didáctico que te ayude a comprender aspectos a nivel físico y mental.
Que te sientas seguro a la hora de realizar ejercicio en situaciones concretas como puede ser un embarazo, una lesión o un post operatorio será algo que debas exigir a tu entrenador. Apuesta por profesionales cercanos, empáticos y preparados que te brinden un servicio a la altura de lo que esperas.
Poder adaptar tus entrenamientos a los horarios que mejor encajen en tu día a día te ayudará también a ser más constante. Tu entrenador personal nunca fallará a tu cita.
Contrata con responsabilidad. Exige formación. Te mereces una experiencia realmente única.